Coleteros

Si lo primero que piensas al oír «coletero» es en Wynona Rider, la película Escuela de jóvenes asesinos o el episodio de Sexo en Nueva York en el que Carrie Bradshaw discute con Berger sobre que nadie en Nueva York debería usar un coletero jamás, vas por buen camino. Pero quizá quieras echar un vistazo al calendario, ya que parece que hemos regresado a los 90.

La «scrunchiemania» (echa un vistazo al diccionario Merriam-Webster) está por todas partes. Podemos ver coletas sujetas con coleteros y muñecas –¡sí, muñecas!– decoradas con ellos, desde Selena Gómez hasta Bella Hadid, en la Semana de la moda de Nueva York y en tiendas de moda como Topshop. Aunque los coleteros rojos han aumentado en un 100 % en los últimos 3 meses, según indican las búsquedas, huelga decir que no solo los hay rojos. Los hay en tonos neón, metalizados, en colores sólidos, pastel, de piel artificial, de varios colores, de leopardo, de peluche, satinados…

¿Y cómo se lleva un coletero?

Tanto si lo has comprado como si te lo haces –los coleteros hechos a mano tienen su punto–, solo existe una regla: intenta combinarlo con el atuendo. Si la clienta lleva una blusa de rayas, usa uno de rayas, si lleva una camisa de cuadros, usa uno de cuadros, y así con todos. Los peinados en los que los puedes usar son infinitos. Tan solo tienes que cambiar la goma de toda la vida por un coletero para atar un moño desenfadado, una coleta sofisticada, una coleta suelta o la punta de una trenza. Despliega tu magia habitual a la hora de combinarlo con el look completo.Sin duda, esta tendencia de regreso al colegio añadirá un aire de inocencia juvenil a los conjuntos diarios y solo queda una cosa por decir...

Bueno, mejor que la diga Britney: «give me a sign, hit me baby one more time».